Memento Mori, Postales de la Muerte

Buscando temas para nuestro blog, a un click dentro de internet, podemos encontrar cientos de ideas, desde aquellas que nos llevan al humor tanto sano como ironico, cosas sencillas como una receta de cocina, imagenes que quedaran grabadas en nuestra memoria por su naturaleza violenta, como por ejemplo el atentado de las torres gemelas, o el tsunami de indonesia, el terremoto de Japon o tantas otras, y dentro de estas imagenes estan aquellas por la que me pregunto, "que sentido tendria hacerlas", las conocidas como Postales de la Muerte.

Segun lo que dicta el latin clasico, por algunos estudiado a medias si iban a colegio catolico, era la clasica frase "carpe diem", pero lo que nunca recuerdan es que a esa frase hay que terminarla con el clasico termino "memento mori", o sea, "disfruta tu dia, recuerda que moriras" , "carpe diem memento mori". Y es que eso es lo que nos diferencia de los animales, el hecho de que conocemos nuestra mortalidad, y eso nos asusta, y como sabran, todo lo que nos asusta intentamos evitarlo, asi de simple, como una FRASE incompleta, por lo incomoda que nos resulta.

Si uno da un paseo por el espacio de Youtube.com, se encontrara con miles de videos recopilatorios sobre las postales de la muerte, tan artisticas y con los sentimientos tan a flor de piel, que asustan. Tanto bebes, niños pequeños , jovenes, adultos y ancianos, estan retratados para la posteridad en su estado mas debil, La Muerte.


La frase tiene su origen en una costumbre de la Roma antigua. Cuando un general desfilaba victorioso por las calles de Roma, tras él un siervo se encargaba de recordarle las limitaciones de la naturaleza humana, con el fin de impedir que incurriese en la soberbia y pretendiese, a la manera de un dios omnipotente, usar su poder ignorando las limitaciones impuestas por la ley y la costumbre. Lo hacía pronunciando esta frase, "Respice post te! Hominem te esse memento!", o sea: "¡Mira tras de ti! Recuerda que eres un hombre" (y no un dios).

También se usa esta frase para denominar a las representaciones de difuntos en la historia del arte.

Durante la epoca victoriana, las familias ante la perdida de un ser querido, trataban de aliviar , de alguna manera su dolor, retratando la ultima imagen del cuerpo ya sin vida del ser amado, por lo general Niños, (recordemos que eran epocas de grandes plagas y epidemias para las cuales no habia aun cura). El fotografo colocaba a la persona en posiciones lo mas naturales posibles, durmiendo, leyendo, o simplemente sobre el hombro de algun hermano o los padres mismos, inclusive a algunos de ellos se les pintaba los ojos encima de los parpados cerrados, o se los apoyaba de pie en un adminículo especialmente diseñado, para de esta forma darles una apariencia mas real y de vida. De esta manera, para sus seres queridos quedaban vivos en la memoria y en sus albums de fotos familiares, a esta costumbre se le llamaba "Memento Mori" o fotografías "post mortem".


Uno se pregunta, ¿que tradicion o costumbre llevaba a estas generaciones a rendirle semejante culto a la muerte? ¿que cambio a traves del paso del tiempo para que de esas costumbres hoy no quede absolutamente nada?. Y si pensamos en epocas no tan lejanas, ¿que llevaba en decadas pasadas a realizar velatorios en las casas de las personas fallecidas, con el cuerpo presente?

Segun nos contaban nuestras abuelas, colocaban el cuerpo del ser querido, en el ambiente principal de la casa, que generalmente era el comedor. Luego de finalizada la ceremonia, cuando todos volvian al hogar, el olor a velas y perfumes aromaticos tardaba en irse meses enteros.

¿Sera que con el advenimiento del siglo XX, los diversos avances que fueron ayudando a extender la expectativa de vida, y las nuevas tecnologias, los seres humanos queremos olvidarnos de que somos simples mortales y seguir jugando a que somos Dios?


Hoy solo nos quedan estas simples pero sobrecogedoras "postales de la muerte", retratos mortuorios de una epoca oscura, donde las costumbres y tradiciones de una sociedad se abrazaban a la vida con todas sus fuerzas, perpetuando un momento en el afán de burlar a la muerte misma.